1. Utiliza luz natural siempre que sea posible
Maximiza el uso de la luz natural colocando zonas de trabajo cerca de ventanas y utilizando persianas, cortinas o estores que puedan ajustar la cantidad de luz que entra. Además, la luz natural no solo reduce la necesidad de iluminación artificial, sino que también mejora el estado de ánimo y la productividad de los empleados.
2. Incorpora iluminación general y de paso
Combina la iluminación general con luces específicas para tareas. Utiliza paneles LED o luminarias lineales suspendidas para las zonas generales y lops para las zonas de paso, como escaleras o pasillos.
3. Elige temperaturas de color adecuadas
Utiliza luces con una temperatura de color entre 4000k y 5000k para crear un ambiente de trabajo activo y alerta. Esta gama de luz fría es ideal para oficinas, ya que simula la luz del día que mantiene a los trabajadores más despiertos.
Mejorará la concentración y la eficiencia al crear un entorno de trabajo bien iluminado y energizante.
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